Consiste en el desplazamiento del profesional al domicilio o cualquier otro contexto natural del niño (centro educativo, parque, peluquería, dentista, etc.) realizando una terapia adaptada según las características y necesidades individuales de cada niño y familia, trabajando sobre diferentes objetivos para mejorar las distintas áreas de desarrollo: comunicación, estimulación cognitiva, habilidades sociales, autonomía personal, problemas de conducta, juego, etc.
¿Qué ventajas presenta este tipo de intervención?
- Participación de la familia en la toma de decisiones tanto en la elaboración de objetivos a trabajar, como en los diferentes aspectos que vayan surgiendo a lo largo de todo el proceso de intervención.
- Ofrecer a la familia orientación y estrategias de aprendizaje, para conseguir una participación activa de la misma en el proceso de intervención convirtiéndose así en un apoyo natural para el niño, lo que permite además que el tiempo de trabajo con el niño no se limite a una hora, sino que podrán desarrollar lo aprendido en cualquier momento del día, consiguiendo así aprendizajes más funcionales y progresos más rápidos.
- Intervenir en el domicilio del niño o cualquier otro entorno, nos permite trabajar durante los momentos y rutinas diarias de la familia, sobre aquellas habilidades que necesiten estimulación y/o modificación, además de ajustar a la familia a la nueva situación, mejoran las interacciones padres-hijo, así como la comunicación entre ambos, aprendiendo la familia a interpretar señales de alerta que nos indiquen intervenir.
- Otra ventaja es aprovechar las situaciones espontaneas que surgen, dando pautas y soluciones en el momento en el que ocurren. En consulta, podemos trabajar una situación muchas veces hasta que el niño la consigue, pero a veces, cuando ocurre en el contexto natural, no puede replicar lo que en consulta (entorno controlado) había aprendido. Por ejemplo, un niño que ha conseguido eliminar un miedo a los perros en consulta, pero vuelve al parque en el que un perro le mordió, este miedo puede reaparecer debido a las diferentes claves contextuales presentes en cada lugar. O un niño con TEA, que en sala ha conseguido regular una conducta, pero cuando sale a la calle llueve, se altera y no lo consigue, o llega a casa y por diversos factores que pueden estar afectando en esta situación y en clínica no lo tenemos en cuenta, tampoco. Por lo tanto, con la intervención en entornos naturales conseguimos la generalización de los aprendizajes.
En definitiva, este tipo de intervención nos permite adaptarnos a los objetivos y necesidades de cada momento, a cada persona, contexto y situación que pueda aparecer. Así como, favorecer la creación de ambientes adecuados donde el niño pueda interaccionar en las mejores condiciones, mejorando así su calidad de vida y la de la familia.
Mayca Maldonado Martínez
Licenciada en Psicología, UAL. Máster Internacional en Psicología Clínica, ISPCS; Especialista en Trastornos del Espectro Autista por la Federación Autismo Madrid; Formación específica en: Intervención en el Trastorno del Espectro Autista en Contextos Naturales, Comunicación Total-Benson Schaeffer, TDAH, Apoyo Psicológico en Crisis, Catástrofes y Emergencias, entre otras.
Colegiada Nº: AO07388